domingo, 13 de dezembro de 2009

Wesley, Spurgeon, Moody y el Espiritu Santo

JUAN WESLEY
Es el fundador de la iglesia Metodista y uno de los más grandes evangelistas conocidos en la historia.
Aun los historiadores seculares respetados dicen que a través del ministerio de Juan Wesley, sus ayudantes y convertidos y el Gran Despertar sobre Inglaterra que resultó, Inglaterra fue librada del terrible baño de sangre que caracterizó la Revolución Francesa que ocurrió dos años antes de la muerte de Wesley. Se dice que durante su ministerio, viajó más de 400,000 kilómetros a lomo de caballo (una distancia equivalente a dar diez vueltas alrededor de la tierra sobre el Ecuador), y predicó más de 40,000 mensajes. ¿Cuál fue su
secreto?

Interesantemente, él ya era un ministro ordenado de la Iglesia Anglicana aun antes de experimentar su nuevo nacimiento en 1838. Unos seis meses después, tuvo un poderoso encuentro con el Espíritu Santo. En sus propias palabras: "Estábamos reunidos y en constante oración, cuando alrededor de las tres de la mañana, el poder de Dios vino poderosamente sobre nosotros, a tal grado que clamamos con un gozo excesivo, y muchos cayeron al suelo. Tan pronto que nos recuperamos un poco de ese asombro y maravilla ante la presencia de Su majestad, irrumpimos a una voz: '¡Te alabamos, Oh Dios, te reconocemos como el Señor!'"

A partir de allí, él comenzó a predicar con una unción y poder extraordinarios, y su predicación resultaba en convicción poderosa de pecado en los corazones de multitudes de personas.

La verdad es que si uno se pone a leer sus mensajes hoy día, diría que no había nada en ellos como para provocar emoción. Y sin embargo Dios los usó para llevar a miles de personas al Señor. No era la palabra; era el poder de Dios sobre la palabra.

Siempre al terminar su mensaje oraba pidiéndole a Dios que "confirmara su palabra" que pusiera su sello sobre ella, y que "diera testimonio de ella". Y Dios lo hacía así. Los pecadores sentían su culpa y clamaban a grito abierto y en gran angustia, pidiendo misericordia, bajo la influencia de la profunda convicción de su pecado. Muchos caían al suelo bajo el poder de Dios, en el momento del arrepentimiento. Unos pocos minutos después, estarían regocijándose con la seguridad de que sus pecados habían sido perdonados, y con una profunda conciencia de la paz de Cristo.

Wesley relató la siguiente experiencia en su diario personal:

"Supimos que muchos se ofendieron al oír los clamores de aquellos sobre quienes descendió el poder de Dios; entre ellos un médico, quien dijo que podría tratarse de un engaño o falsedad. Hoy una de las primeras personas en clamar misericordia fue una mujer a quien dicho médico conocía por años. Al verla llorar, le pareció increíble que fuese la misma persona. Se acercó a ella y observó todos los síntomas; vio que por la cara le corrían gruesas gotas de sudor y se estremecía hasta los huesos. Al ver eso, no supo qué decir, pues quedó convencido de que no se trataba de ningún engaño, ni tampoco de ningún desorden
natural. Mas cuando su cuerpo y alma fueron sanados en un instante, el médico vio el dedo de Dios en lo que le había ocurrido a la mujer".

Pero las manifestaciones de la presencia de Dios no se limitaban a las reuniones; algunos eran sobrecogidos por una tremenda convicción hasta tres semanas después: De repente echaban tales gritos como si estuvieran en angustia de muerte, se arrepentían, y posteriormente se regocijaban por el perdón de pecados.

DECLARACIONES DE WESLEY:

Wesley creía que los Dones del Espíritu eran para nuestros tiempos. En una carta escrita en junio de 1746, declara: "No recuerdo de ninguna Escritura donde se nos enseñe que los milagros debían confinarse a la edad apostólica o cualquier otro período de tiempo. Es cierto que San Pablo dice que las profecías y las lenguas cesarán, pero en ningún momento dice que estos milagros cesarán antes de que cesen la fe y la esperanza..."

En cuanto a la clase de personas que impactarán en el Reino:

En una ocasión, otro ministro le preguntó cómo hacerle para lograr que mucha gente viniera a escucharle.

LA RESPUESTA DE WESLEY FUE:

"Si el predicador está ardiendo, los demás vendrán para ver el fuego."

"Dame cien predicadores que no le temen a nada excepto al pecado, y no desean nada excepto a Dios, y no me interesa ni una paja que sean clérigos o laicos, ellos sacudirán las puertas del infierno y establecerán el reino de los cielos en la tierra."

CHARLES H. SPURGEON
El pastor bautista conocido como "el príncipe de los predicadores" entre los evangélicos.

Es el predicador más leído de toda la historia. Sus mensajes escritos llenan 63 volúmenes, con un total de 20 a 25 millones de palabras. Llegó a tener la congregación más grande existente para sus tiempos, y durante su vida, se estima que predicó a más de 10,000,000 personas. Para 1865, se vendían sus mensajes impresos semanalmente a más de 25,000 personas, y se llegaron a traducir en más de 20 idiomas.

Sin embargo... él nunca fue a la universidad, y por lo general, él no escogía sobre qué tema predicar hasta el sábado por la noche... y nunca llevaba más de una página de notas al púlpito.

Entonces... ¿cuál fue el secreto de su éxito?

El mismo lo atribuía a la unción del Espíritu Santo en su vida. Dijo: "Constantemente es mi oración que sea el Espíritu quien me guíe aun en las partes más pequeñas y menos importantes de los servicios..."

La oración era otro factor determinante; había un salón en el sótano de su templo donde siempre había personas de rodillas, intercediendo por la iglesia. El siempre declaraba que ese lugar era el generador de poder de la iglesia.

Además de sus mensajes de gran poder, fluía en los dones del Espíritu Santo. El libro "La Vida de Charles Spurgeon", por Russell H. Conwell dice lo siguiente: "probablemente ningún hombre en Inglaterra o América en este siglo (XIX) ha sido el instrumento de sanidad de tantas personas como lo fue el Sr. Spurgeon... miles de casos de enfermos fueron sanados en respuesta a oración, entre ellos, parálisis parcial, reumatismo, aflicciones mentales y fiebres contagiosas. El se consideraba como mero agente del poder Divino, y decía que no era merecedor del don de la sanidad".

DECLARACIONES SORPRENDENTES DE SPURGEON:

En cuanto a la necesidad de poder:

"Necesitamos hombres ardiendo al rojo vivo, que irradien el fuego con tan intenso calor; que no podamos siquiera acercarnos sin sentir que nuestros corazones se están quemando; hombres como relámpagos lanzados de la misma mano de Jehová, despedazando estrepitosamente cada cosa que se opone en su camino, hasta que llegue a su blanco; ¡hombres impulsados por la Omnipotencia!"

"Es el poder extraordinario de Dios, no el talento, lo que trae la victoria del día. Es unción espiritual extraordinaria, no poder mental extraordinario, lo que necesitamos. Puede ser que el poder mental llene una capilla, pero el poder espiritual llena a una iglesia con angustia del alma. Puede que el poder mental reúna una congregación grande, pero sólo el poder espiritual llenará las almas."

En cuanto al gozo (para los ingenuos que creen que la risa santa es algo nuevo):

"Creo, en mi corazón, que hay tanta santidad en una carcajada que en un llanto, y que en ocasiones, la risa es mejor. Porque puedo gemir, pero a la vez estar murmurando y estarme afligiendo y llevando pensamientos amargos contra Dios, mientras que, en otro momento, puedo reír de sarcasmo en contra del pecado y así dar evidencia de una santa sinceridad en la defensa de la verdad" (Su Autobiografía).

EN CUANTO A LAS CONTROVERSIAS DEL AVIVAMIENTO:

En un mensaje titulado "El Gran Avivamiento" (Marzo 28, 1858) Spurgeon dijo que el avivamiento es como un huracán, que trae caos dondequiera que va: "...llega, como un huracán celestial, arrastrando todo lo que tiene por delante... y hay llanto y gemidos en las reuniones... pero los convertidos son muy sinceros. Jamás habrás visto semejantes personas. Algunos los llaman fanáticos, pero es un fanatismo santo. Otros, dicen que es emocionalismo excesivo, pero es un emocionalismo celestial... que es un desorden, puede que digas... Quizá traten de detenernos, ¡pero nosotros los atropellaremos si no se quitan
de nuestro camino!"

En otra ocasión, Spurgeon dijo lo siguiente:

"Algunos los llaman fanáticos, pero es un fanatismo santo. Otros dicen que es emocionalismo excesivo, pero es un emocionalismo celestial... que es un desorden, puede que digan... Quizá traten de detenernos, ¡pero nosotros los atropellaremos si no se quitan de nuestro camino!" Siguiendo acerca de las críticas: "Es sólo a un árbol lleno de fruto al cual los hombres avientan piedras".

DWIGHT L. MOODY

Este hombre, cuya educación formal fue el equivalente al quinto año de primaria, fundó tres escuelas de renombre. Sin educación teológica, reestructuró el cristianismo de la Era Victoriana y sin radio o televisión, alcanzó a 100 millones de personas, viajando más de cien millones de millas durante su carrera evangelística. Todo comenzó cuando este vendedor de zapatos inició una escuela dominical que llegó a ser la más grande de Chicago. Así que él ya tenía cierto éxito cuando conoció a dos ancianitas, quienes le informaron: "Hemos estado orando por ti... ¡necesitas poder! ¡Necesitas poder!"

Dice Moody: "Mi reacción inmediata fue: ¿Por qué mejor no oran por los perdidos? ¡Yo pensaba que ya tenía poder! Tenía la congregación más grande de Chicago, y había muchas conversiones. Pero ante la insistencia de ellas, por fin me animé a preguntarles exactamente a qué se referían cuando decían que yo necesitaba más poder."

Cuando les preguntó, ellas le contestaron que lo que él necesitaba era el bautismo con el Espíritu Santo. Fue entonces que él les pidió que no sólo oraran por él, sino también con él.

Relata Moody: "Al escuchar y orar con ellas, derramaban su corazón para que yo pudiera tener la plenitud del Espíritu Santo, y comencé a reaccionar. Entró en mí una intensa hambre espiritual, que hasta entonces había sido desconocida para mí. Comencé a llorar como nunca antes. El hambre aumentó. Verdaderamente sentí que ya no quería vivir si no podía tener ese poder para su servicio".

Poco tiempo después, un día él estaba caminando por Wall Street en Nueva York, y en medio de la actividad y bullicio de esa céntrica calle, su oración fue contestada; el poder de Dios cayó sobre él mientras caminaba, al grado que tuvo que correr a la casa de un amigo y pedirle si le podía permitir estar a solas en una habitación. En esa habitación permaneció por horas; y el Espíritu Santo vino sobre él llenando su alma con tanto gozo que por fin tuvo que pedirle a Dios que detuviera Su mano, para que no muriera en ese instante por el gozo tan desbordante. Salió de ese lugar con el poder del Espíritu Santo sobre él, y a partir de allí comenzó sus poderosas reuniones evangelísticas.

Según él mismo relata: "Los mensajes fueron diferentes. No presenté verdades nuevas, y sin embargo, cientos de personas fueron convertidas. Yo jamás volvería atrás a donde estaba antes de esa bendita experiencia (refiriéndose a su bautismo en el Espíritu Santo)"

Además, desde entonces, él siempre insistía en la importancia que los demás cristianos también fueran bautizados con el Espíritu Santo. Un amigo suyo fue R. A. Torrey, quien relata: "Una y otra vez, el Sr. Moody venía y me decía:

'Torrey, quiero que hables del bautismo con el Espíritu Santo'. En una ocasión, él intervino para que me invitaran a predicar en una prestigiosa iglesia de Nueva York. Me dijo: "Esa iglesia es grandísima, y quiero pedirte que prediques tu mensaje acerca del bautismo con el Espíritu Santo." Es más, siempre que él se enteraba que yo estaba invitado a predicar en algún lugar, él me llamaba y me decía: "Torrey, asegúrate de predicar acerca del bautismo con el Espíritu Santo."

Otro hecho es que él fluía en los dones del Espíritu.

En el libro "Las Tribulaciones y los Triunfos de la Fe", escrito en 1875, Dr. Richard Boyd, un amigo de Moody, escribió: "Cuando llegué a los salones, la reunión estaba en fuego. Los jóvenes estaban hablando en lenguas y profetizando. ¿Qué significaba todo esto? Sólo que Moody había estado hablándoles por la tarde."

Del libro "Moody y Su Obra": "...en uno de sus grandes servicios en Londres, al levantarse a leer las Escrituras, involuntariamente comenzó a hablar palabras que ni él ni su congregación entendían".

DICHOS IMPORTANTES DE MOODY:

En cuanto a la falta de poder:

"Nuestro mayor problema es el problema de "traficar" con verdades no vividas. Tratamos de comunicar lo que nunca hemos experimentado en nuestra propia vida."

"Algunas personas parecen creer que están perdiendo tiempo si esperan en Dios por Su poder, así que se van y hacen Su obra sin unción y sin poder alguno... El Espíritu Santo DENTRO de nosotros es una cosa, y el Espíritu Santo SOBRE nosotros es otra... si los primeros cristianos hubieran salido a predicar sin esperar el poder, ¿creen que hubiera ocurrido lo que ocurrió el día de Pentecostés? ...No tiene sentido salir corriendo antes de ser enviado, intentar hacer la obra de Dios sin el poder de Dios... un hombre obrando
sin el poder del Espíritu Santo está perdiendo su tiempo. Así que no perdemos nada si esperamos hasta que obtengamos este poder."

En cuanto a las manifestaciones de los avivamientos, Moody dijo en su mensaje titulado
"Avivamientos":

"A mí no me da tanto miedo la emoción como a otros. Hay quienes apenas ven algo interesante, inmediatamente claman, '¡Sensa-cionalismo! ¡Sensacionalismo!' Pero yo les digo que prefiero tener sensación en lugar de estancamiento... Me parece que cualquier cosa es preferible a lo muerto... Donde hay vida, siempre habrá conmoción".

"¿Ven cómo El vino el día de Pentecostés? No es carnal orar que Él venga otra vez y que el lugar tiemble.
Creo que el Pentecostés sólo fue un día para servirnos de muestra. Creo que la Iglesia cometió este lamentable error de decir que Pentecostés sólo fue un milagro que no volverá a repetirse".

Bibliografía: Los Héroes Evangélicos Hablan, Richard Riss, en Destiny Image Digest, Otoño, 1997; Ardiendo para Dios, Wesley Dewell, Pasión por las Almas, y El Avivamiento que Necesitamos, Oswald J. Smith; Revival, Winkie Pratney, El Cayado del Pastor, Ralph Mahoney, Editor; Por qué Dios Usó a D.L. Moody, por R.A. Torrey, y las revistas Christian History, ediciones números 2, 25 y 29.

LA ENSEÑANZA ESPECIAL DADA A LOS DOCE

A.T. Robertson

"Pero vosotros ¿quien decís que soy?" (Mat. 16:15).

1. Las Razones de Semejante Instrucción Son 0bvias. Falta menos de un año para que venga el fin. Por casi seis meses Jesús se dedicara principalmente a la compañía de hombres escogidos con quienes se ha rodeado. Si estos hombres llegan a entenderle no le preocuparan tanto los demás. Hasta ahora no aprecian plenamente ni al Mesías ni su mensaje. Es sumamente difícil que uno se levante sobre sus propias circunstancias. El punto de vista tiene mucho que ver con lo que ve uno. Una de las pruebas mas grandes de que Jesús es mas que hombre es precisamente esto ' que, aunque rodeado del frío ceremonialismo y miramiento externo vino con vida abundante y poder espiritual. Hasta aquí Jesús ha procurado principalmente enseñar las grandes ideas acerca del reino. Los discípulos no entendieron todo cuanto habían oído ni lo harían hasta mas tarde. Pero entre tanto era necesario que aprendieran mas del Mesías mismo. Desde ahora Jesús hablara mas acerca del Rey y menos acerca del Reino. Este no es un orden histórico incorrecto, sino que es el justo. Las primeras revelaciones mesiánicas eran personales y cesaron en gran parte por razones obvias. Sobre el ancho fundamento de su enseñanza acerca del Reino Jesús había edificado; pero ahora ellos deberían, por mas que dejara de hacerlo el pueblo, alzarse hasta la verdadera idea del Mesías. Los discípulos tuvieron que crecer antes de que pudiera decirles mas cosas. Pero ahora tenia mas que decirles. El tiempo había venido cuando no podía esperar mas. La sombra de la cruz avanzaba rápidamente hacia el. El eclipse total hallaría a los doce del todo sin preparación para la catástrofe. No es cierto que, aun ahora, los discípulos sean capaces de apreciar cuanto tiene Jesús que decir acerca de si mismo y de su misión. Ultimamente han dado señales de desarrollo que le animan. De todos modos era preciso decirles la verdad.
Jesús ve que le será difícil dedicarse exclusivamente a los discípulos en Capernaum o en Galilea. Las distracciones son demasiadas y las interrupciones demasiado frecuentes en medio de las multitudes excitadas. Además de esto la tensión ahora en Capernaum es aguda desde la crisis en la sinagoga. El resultado será mas definitivo y la separación mas marcada entre el y los fariseos. Hay peligro de un levantamiento fanático de parte de sus adherentes, como se veía después de dar de comer a los cinco mil. Además de esto, Herodes mismo se había hecho celoso e inquieto y probablemente causaría dificultades. Por esto Jesús pasa el caluroso verano lejos de Galilea, principalmente en las comarcas montañosas. Tiene una escuela de verano de teología. Quien nos diera haber sido uno de aquellos del pequeño grupo. Aparecen en varios lugares y no están del todo solos ni en los distritos paganos. Pero, después de todo, es un verano de libertad y comunión intima. Jesús abre su corazón a los hombres que ha escogido hasta donde ellos se lo permiten.

2. El Viaje a Fenicia. El trabajo de Jesús se limito a los judíos por motivos claros. Eran el pueblo escogido, el pueblo de la promesa. Debían tener la primera oportunidad. El trabajar mucho en Samaria o Fenicia despertaría las Preocupaciones de los judíos en general en contra de] evangelio. Por esto Jesús paso la mayor parte de su ministerio en territorio judío. Ahora esta en un país pagano, y estará allí la mayor parte del verano, pero su trabajo es, en su mayor parte, con los discípulos.
Jesús es el Salvador del mundo como el mismo lo dijo con énfasis, pero había de comenzar con el judío. Al judío primero y después al gentil. Todo esto debe recordarse y sin embargo si se detenía entre los gentiles y fue destinado por su evangelio de gracia y libertad a derrumbar la pared divisoria que había entre Judíos y Gentiles, así como ya lo había indicado en su enseñanza acerca de comer con las manos sin lavar. Parece que entro en una casa gentil (Marcos 7:24), aunque deseaba que nadie lo supiese. Sin embargo, parece que su reclusión se debía al deseo de retirarse de las multitudes mas bien que al temor de contaminarse ceremonialmente tal como lo penso Pedro en casa de Cornelio.
La repugnancia de Jesús para sanar a la hija de la mujer Sirofenisa no es difícil de entender a la luz de lo que se ha dicho. No fue dureza de corazón de parte de Cristo. Debe notarse que Jesús no la envío bruscamente como sugirieron los discípulos. Oyó su ruego, aunque explico que su misión era primeramente a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Probo a la mujer e hizo manifiesta la grandeza de su fe.
En efecto, concedió su suplica cosa que los discípulos no habrían hecho. El discípulo es con frecuencia es mas mezquino que su maestro. La inteligencia de esta mujer es tan notable como su fe. "Los perrillos también comen de las migajas que caen de la mesa de sus señorees." Merecía ser odia por dar este giro vivo a la protesta del Maestro. Jesús no se quedo mucho tiempo aqui, sino que siguió desde Tiro hasta Sidon, aunque no tenemos mas detalles sobre este viaje. Inferiría uno que hiciera menos trabajo aquí que en Galilea, aunque ha de recordarse que cuando Jesús predico el Sermón de la Montaña hubo personas presentes que procedían de las costas de Tiro y de Sidon. Por esto Jesús no era del todo extraño a los fenicios y otros muchos habían oído hablar del admirable rabí de Galilea.

3. En Decapolia. Se quedaron en las montañas después de partir de Sidon. Marcos narra brevemente el viaje desde Sidon por los confines de Decapolis a la ribera del mar de Galilea. Esto querría decir probablemente un viaje hacia el oriente, luego hacia el sur y hasta la ribera oriental del mar de Galilea donde se internarían entre los altos peñascos del sudeste. Este es todavía territorio pagano. Decapolis era una liga de ciudades griegas que fueron enteramente helenizadas después de la conquista de Alejandro. La enseñanza de Jesús en esta región, así como en Fenicia, muestra que usaba el griego cuando le era necesario. Las gentes de aquí "quedaron sobre manera asombradas" por la curación del hombre sordomudo, y se admiraron al oír hablar al mudo, y vieron sanos a los paralíticos, andar a los cojos, y que los ciegos veían: Y glorificaron al Dios de Israel. Así como en otras partes, aquí también, la obra de Jesús hizo una impresión maravillosa. En el sentido moderno de] termino Jesús fue aquí un Misionero extranjero. Estos griegos glorificaron "Al Dios de Israel." Un poco al norte de este distrito Jesús había venido cuando sano al endemoniado furioso que tenia una legión de demonios. Como un resultado de aquella excitación, aunque no hay fariseos aquí, Jesús les da a todos que no digan nada de la curación de sordomudo. "Pero cuanto mas se los encargaba, con tanto mas celo lo divulgaban" (Marcos 7:36).
Hubo aquí también un milagro de dar de comer a cuatro mil, semejante al de dar de comer a los cinco mil en Betsaida Julias. Algunos críticos no pueden ver como semejante cosa podría haber sucedido dos veces, no obstante que Marcos y Mateo mencionan detalladamente ambos incidentes, y cada uno narra que Jesús se refería a ambos incidentes como separados. Otras distinciones, tales como el nombre de las canastas en las dos ocasiones, son conservadas. Puede uno ser demasiado preciso así como demasiado crédulo. La naturaleza obra con grande variedad pero también con maravillosa similaridad. Es notable que en cada gran región donde Jesús trabajo sucesos semejantes aconteciesen, así como en Judea, Galilea, Perea, y en menos grado en Samaria, Fenicia, Decapolis, y la región de Cesárea de Filipos. Hay mucha semejanza entre las gentes, después de todo. Cristo enseña las mismas cosas en estas regiones con modificaciones aquí y allí, y obra la misma clase de curaciones. En todas partes el pueblo se asombra. La tardanza de los discípulos en obedecer al Maestro en el caso de los cuatro mil después de su experiencia con los cinco mil no debe admirarnos demasiado. La torpeza y el olvido de los discípulos acerca de estos dos incidentes fueron distintamente condenados por Jesús. Y además de esto su tardanza aquí no es un caso aislado, sino que es una característica de toda su experiencia antes de la venida del Espíritu Santo. Las circunstancias en el caso de los cuatro mil son muy distintas y los puntos de semejanza son tales que pertenecen a la naturaleza del caso.

4. Una Visita Breve a Galilea. Un día Jesús fue con los discípulos al otro lado en Galilea. No sabemos exactamente donde estaban las partes de Dalmanutha o Magadan, excepto que estaban en el lado occidental, posiblemente no muy lejos de Tiberias. Hace algún tiempo ya que ha estado ausente de Galilea. ¿Como será recibido? Inmediatamente los fariseos omnipresentes salen y comienzan a preguntarle, como si lo hubieran extrañado y se regocijaran de volver a verle. Los saduceos están con los fariseos: una combinación extraña. Los herodianos ya se habían hecho de la parte de los fariseos en contra de Jesús y ahora lo hacen los saduceos. Cristo había unido los tres partidos sobre un punto: la hostilidad a el mismo. Esta es la primera vez que se mencionan los saduceos en los evangelios y la única vez hasta la Semana de la Pasión. El ultimo día del ministerio de Cristo en el templo, estos tres partidos se presentaran juntos contra Jesús. Aquí no tiene nada nuevo que decir. Piden una señal del cielo como prueba de lo que se decía ser, como antes lo habían hecho los fariseos.
Jesús "gimió profundamente en su espíritu. ¡De modo que esta es su recepción en Galilea El caso es tan sin esperanzas como antes. Jesús les contesto con reproche y negación. Podían adivinar el tiempo leyendo el cielo, pero no las señales de los tiempos. No podrían reconocer una señal del tiempo si la vieran. Repite esta respuesta a la misma demanda hecha en Capernaum. Les daré la señal de Jonas. Esta alusión enigmática quizás no hizo mas que dejarles perplejos. De nada servia explicar. De modo que Jesús bruscamente los dejo y se marcho de Galilea. Se embarco con los discípulos y volvió la proa hacia Betsaida Julias en la ribera septentrional.
En el camino, claramente amonesto a los discípulos en contra de la levadura de los fariseos, los saduceos, y Herodes. Acababa de estar en la tierra de Herodes y había sido atacado por los fariseos y saduceos. Los discípulos están completamente perplejos con esta comparación sencilla y contestan algo insípidamente, "¡No tenemos pan!" (Marcos 8:16). No tenían pan de ninguna clase y por eso Jesús no necesitaba amonestarles contra el que llevaba la marca de los fariseos, los saduceos, y Herodes. No es extraño que Jesús fuese movido a reprenderles duramente. Les pregunto si no tenían memoria, si no tenían ojos,. si no tenían oídos. La torpeza de ellos le parecía incomprensible. Tal vez todo maestro tenga momentos de simpatía con este humor de Jesús manifestado aquí. Cristo explico pacientemente acerca de los cinco mil y los cuatro mil y en seguida dijo que con levadura quería decir enseñanza. ¿Entendieron ahora.? Vieron indistintamente, como el pobre ciego que al ser sanado comenzó viendo a los hombres como arboles que andaban.

5. El Examen de los Doce. Era el tiempo de los exámenes. Ya habían tenido un curso de verano especial con Jesús en adición con todo lo demás. Por esto llevo a los discípulos a las faldas del Hermon, en la región de Cesárea de Filipos. Todavía se alejaba de Galilea. Felipe era un gobernador mas moderado y mejor hombre que Herodes Antipas. Había probado Galilea (Betsaida, Corazin, Capernaum, y todas las demas) y "habia sido hallada falta." Pero después de todo importaba poco lo que Galilea pensara de el, con tal que estos hombres fuesen entendidos y leales. Habían sido fieles ese día en Capernaum, pero era necesaria una prueba mas. Están aquí por si mismos y Jesús había estado orando solo.
De modo que en el camino comenzó a considerar la cuestión con ellos. En primer lugar pregunto lo que pensaban de el los hombres, o que decían que el era. Bien sabia ya todo esto, pero servia como un fondo para su propia actitud. Fue un momento decisivo cuando Jesús pregunto bruscamente: "Pero vosotros, ¿quien decís que soy?" (Mat. 16:15). Al principio lo habían tomado por el Mesías, es cierto, pero entonces sabían poco acerca de el. Tenían sus propios conceptos anticipados de como seria el Mesías. El no los había llenado. El descubrimiento de ese hecho había causado que el Populacho de Galilea lo abandonara disgustado. Los doce habían sido leales. Les había dicho mucho mas acerca de si mismo. ¿Que piensan ahora, ya que saben tanto de la verdad acerca de el? ¿Piensan todavía que el sea el Mesías, el Hijo de Dios? ¿0 habían ellos sentido la fuerza de la vacilante opinión popular que esta ahora muy dividida? Pocos entre el pueblo le tienen ahora por el Mesías, aunque muchos le consideraban Juan Bautista vuelto a la vida o Ellas o Jeremías o uno de los profetas.
Fue Pedro quien hablo primero, como lo había hecho aquel día en la sinagoga estando en Capernaum. Se levanto a la dignidad de la ocasión. Jesús había dicho que Simón seria una Roca. "Tu eres el Cristo, el hijo del Dios vivo" (Mat. 16:16). Son palabras nobles y expresan rectamente su propia convicción y la de los demás. Por cierto no entendían todo cuanto significaban estas palabras, pero podían usarlas gustosamente como su credo acerca de Jesús. El corazón de Jesús se alegro por estas palabras y no se esforzó para ocultar el hecho. Ahora Simón era digno de su nombre. Sobre esta verdad, la fe en Jesús como el Hijo de Dios, descansaba el Reino de Dios, su gloriosa iglesia. Lo que ha hecho Pedro, harán todos los que entran en el Reino. Tomaran a Jesús como el Hijo de Dios y Salvador. En esta confesión clara Jesús ve la segura promesa de la victoria. Satanás había procurado con frecuencia vencerle, pero ahora es claro que estos hombres serán fieles y llevaran adelante la obra del Reino. Las puertas del Hades no podrán prevalecer contra la iglesia o el Reino de Cristo. Pedro y todos los demás, todos los que enseñan y predican a Cristo, tienen las llaves del Reino, todos los que proclaman la vida a los hombres bajo estos términos. Dios sostendrá la aceptación o el desechamiento que los hombres hagan de Cristo como su Hijo.
Jesús no quiere todavía que digan a otros lo que es un gran secreto. Encenderla una gran conflagración en la tierra si ahora llegara a predicarse la gran verdad. Hay mucho mas que ellos mismos necesitan saber. Han hecho buen progreso sobre este punto. ¿Serán fieles cuando aprendan mas? ¿Cuando sepan que ha de morir, que harán? Así se arroja una sombra sobre la hora de gozo, pero Cristo no duda del resultado final. La situación presente ha vindicado lo que dijo Cristo. Mirad el Reino de Dios actualmente en el mundo.

6. La Nueva y Gran Lección. Parecía burlar todas sus esperanzas el hecho de que, cuando habían vuelto a hacer la gran confesión, Jesús anunciase su muerte. No era posible entender mal sus palabras. Por cierto, había usado antes un lenguaje simbólico que indicaba su muerte, pero todo estaba tan velado que hacia poca impresión. Es en verdad una época distinta en la carrera de Jesús, y Mateo dice que "desde aquel tiempo comenzó Jesús a manifestar" (Mat. 16:21), que era necesario que fuese muerto en Jerusalén. Obsérvese "era necesario" y "en Jerusalén" y a manos de "los jefes de los sacerdotes, y de los escribas." De modo que el espera que, después de todo, los saduceos y fariseos le han de matar. Todo esto no solo era desconcertante para los discípulos; era absolutamente depresivo. Es verdad que Jesús dijo también que se levantarla al tercer día, pero este rayo de esperanza siempre fue obscurecido por la terrible lobreguez de su muerte, esta sombreaba todo lo demás. Venia el eclipse y ellos estaban en la penumbra. Jesús hablo de su muerte "sin reserva" y sin parábola.
Pedro sentía tan fuertemente este enfriamiento de sus esperanzas mesiánicas que hasta tomo aparte a Jesús y oso reprenderle porque hablaba así. ¡Por supuesto Pedro sabia mas de lo que Jesús debía hacer que Jesús mismo! Esta audacia se basaba en la solicitud, ciertamente, pero no obstante esto era inexcusable. Además de esto ' andaba absolutamente equivocado. No entendía la filosofía de] Reino Mesiánico. No sabia que la abnegación era la ley de la vida, que el que procura salvar su vida la perderá, que todo hombre tiene que tomar su propia cruz si es su propósito seguir a Jesús. Jesús ya ve delante de el su cruz, pues ya era una figura familiar para todos los judíos en los tiempos romanos.
Todo esto va a explicar la severidad de la reprensión que dio Cristo a Pedro por su presunción. "Apártate de mi vista Satanás" (Mat. 16:23). Satanás era un nombre duro para aplicarlo a un discípulo, y especialmente a Pedro, quien tan recientemente había hablado por todos al llamar a Jesús el Hijo de Dios. Esta haciendo el papel de Satanás ahora como de] mismo modo hizo el semejante a una roca entonces. "De tropiezo me sirves." Este era el punto. Pedro tentaba a Jesús para que hiciera la misma cosa a que el diablo le había instado que hiciera. ¡El mas prominente de los discípulos realmente quería persuadirlo a que no muriera por los pecados de los hombres! ¡Una coalición extraña esta de Pedro y Satanás! El diablo había usado una vez a Pedro y procuraba hacerlo de nuevo. Ha descubierto una manera de manejar al mas prominente de los discípulos. ¡Si pudiera ganarlo completamente! Pedro estaba ateniéndose a las cosas de los hombres, y no a las de Dios. Inconscientemente había adoptado el punto de vista del diablo acerca de la carrera de Jesús. Para Jesús fue un golpe que esto viniera de Pedro. Fue un despertamiento brusco para Pedro esta agonía de Jesús, pero le era necesario. Ya era claro que los discípulos no estaban listos para la gran catástrofe. ¿Será posible prepararlos a tiempo? ¿Como podrán reconciliar con su muerte el hecho de que el era el Mesías? Esto era un nudo teológico difícil de desatar.

7. Luz Celestial Sobre el Asunto. Desde el punto de vista humano Jesús carecía absolutamente de simpatía en las cosas mas profundas de su vida. Una vez el circulo se había hecho mas amplio, pero ahora estaba muy pequeño, reducido casi a un punto. Los apóstoles le eran en verdad fieles, pero no podían comprender la naturaleza espiritual de su ministerio ni la necesidad y significación de su muerte. Ellos estaban en una condición triste para ser dejados solos en un mundo que a el le entendía mucho menos. ¿Como podrían pasar la hora dolorosa de su muerte` No puede uno imaginar la soledad de Jesús 'en este tiempo. El Padre era el único que simpatizaba con el. Como una semana después de la reprensión de Pedro, Jesús subió una noche a una montaña para orar. Llevo consigo a Pedro, Santiago, y Juan; el circulo interior dentro del de los doce. Jesús no guardaba ningún rencor contra Pedro. Después de todo, ¿el resto de ellos sabia mas? No hay indicio de que Jesús esperaba lo que sucedió, aunque por supuesto, eso es posible. Ciertamente los tres discípulos no lo esperaban. En efecto, mientras Jesús oraba se durmieron, o de todos modos estuvieron a punto de dormirse. Si el espíritu estuvo pronto la carne estuvo muy débil, como en el Huerto de Getsemani. La transfiguración se verifico mientras oraba. ¿Se ría ella la gloria traída del cielo por Moisés y Elías? ¿o seria la restauración de Jesús a su estado pre - encarnado, mientras hablaba con estos visitantes celestiales? El milagro no consiste en la gloria, sino en la presencia de Moisés y Elías. Si era genuina, como yo la creo, tenemos plena prueba de que hay vida mas allá del sepulcro, y del reconocimiento celestial.
Hubo algo inusitado en la muerte tanto de Moisés como de Elías. Dios sepulto a Moisés y llevo a Elías arriba en un carro de fuego. Pero Moisés representaba la ley y Elías la profecía. Tanto la ley como la profecía tienen representantes que hablan con Jesús, quien es el evangelio de la gracia. Hablaron de la muerte de Jesús, de su éxodo de la tierra. Ellos al menos entendieron, y el corazón de Cristo fue consolado en esta hora espantosa. No hay que dudar que el Padre envío a Moisés y a Elías para consolar al espíritu de Cristo en este tiempo de tristeza. Con la fuerza de este alimento pudo ir con firmeza, hacia la cruz. No sabemos las palabras que se dijeron, pero sin duda eran palabras de consolación.
Parecería que otro objeto de este acontecimiento seria el de ayudar a estos discípulos a mirar la muerte de Cristo desde el punto de vista del cielo, mas bien que desde el del mundo o Satanás. Se les concedo aquí un destello de la visión mas amplia, pero estaban tan cargados de sueño que Pedro volvió a tropezar. En efecto le gusto tanto la gloria que percibió en todo su derredor, que deseo quedarse allí para siempre. Lucas dice (9:33) que no sabia lo que decía cuando sugirió hacer las tres viviendas, pero aunque deslumbrado hablaba. Tuvieron miedo al ver que la nube les hacia sombra y los envolvía, y al oír la voz viniendo de fuera de la nube. La voz no solo identifico a Jesús como Hijo de Dios, sino que exhorto a los discípulos a que le oyesen, que le oyesen especialmente en el asunto de su muerte.
Pero pronto se acabo, y con Jesús bajaron la montaña. Cristo rompió el silencio diciéndoles que no hablaran de lo que habían visto y oído sino hasta que el Hijo de] Hombre se levantase de entre los muertos. Entonces podrían decirlo para consolar a los otros. Entre tanto esto serviría para esforzarlos a ellos. Pero de nuevo dejaron de entender y comenzaron a preguntarse que querría decir el levantarse de entre los muertos! Al fin se fijan ahora en que menciona la resurrección. Pero si el se refería a la resurrección al fin del mundo esta estaba muy lejana todavía. De modo que volvieron a caer en la confusión. Ciertamente, preguntaron a Cristo acerca de la venida de Elías, pero no acerca del verdadero problema que el tenia en su corazón.
Al pie del monte hallaron a los demás discípulos acosados por los escribas porque habían fracasado en sus esfuerzos para sanar a un muchacho endemoniado. Cuando Jesús logro sanarlo, supieron que el fracaso de ellos se debía a su falta de oración.

8. De Regreso a Galilea y Nuevas Enseñanzas Acerca de su Muerte. Jesús desea que nadie sepa que esta en Galilea ahora (Marcos 9: 30). Ya se acabo su verdadero trabajo en Galilea. Procura de nuevo explicar acerca de su muerte y resurrección. "Penetren estas palabras en vuestros oídos" (Lucas 9:44). Penetraron en efecto, "mas ellos no entendían." Parecía que de alguna manera estaba ocultado de ellos; y temían preguntarle mas, y ellos se entristecieron en gran manera. Realmente no había esperanza y la hora se acercaba. Los galileos llegaron a saber que Jesús había vuelto, al menos lo sabia el recaudador de impuestos, porque se hizo la demanda de que pagara el medio siclo que era el impuesto del templo. Jesús pago el impuesto por si mismo y por Pedro, aunque de una manera algo inusitada.

9. Rivalidad entre los Doce. Seguramente la copa de Jesús estaba bastante llena sin esto. Y sin embargo, no obstante toda su enseñanza cuidadosa acerca de su muerte y resurrección, ellos siguen repartiendo entre si mismos los puestos principales de un reino terrenal. ¡Suscita entre ellos una querella sobre la gran cuestión eclesiástica de cual de ellos es el mayor en el Reino del Cielo! El celo eclesiástico es común, y por esto, se manifiesta entre los amigos mas íntimos de Cristo y en su misma presencia. Cuando les pregunto de que disputaban no querían decírselo. Ya le habían preguntado quien era el mayor en el Reino. No querían que el conociera la envidia de ellos. Por esto Jesús llamo hacia si un niñito. ¿Seria el niño de Pedro? Este niñito debería enseñarlos. Se habían equivocado de nuevo y completamente, pues no sabían la ley del servicio, por la que el menor, el que se humillara mas para servir, seria el mayor.
Este es un incidente patético, pero lo mas triste de el es que la lección no fue aprendida esa vez, ni lo ha sido hasta ahora. Pronto Juan, el amado Juan, mostró un espíritu de mezquina intolerancia que causo una reprensión de Jesús. Juan había visto a un hombre echando fuera demonios en el nombre de Cristo. ¡Y realmente los echo fuera! ¿Cual fue su ofensa? "No nos sigue!" Esto fue todo. ¡Juan penso estar adelantado por su mucho celo en cuanto a la ortodoxia! Aquí tenemos una lección necesaria en la tolerancia acerca de los métodos de trabajo para Cristo. Cuan poco entendía Juan aquí el espíritu de Jesús. Pero Cristo era paciente con la mezquindad de Juan como lo es hoy día con la nuestra. Después de todo, somos miserables vasijas de barro, con nuestras disputas, celos y preocupaciones. Es una maravilla que Jesús pueda usar a cualquiera de nosotros en su servicio. Predicamos el espíritu de servicio para otros, y con demasiada frecuencia practicamos el egoísmo, buscando nuestro propio provecho. Fue lastimoso entonces, y es lamentable ahora.
Cristo cuida de los pequeños, de los que son débiles y tiernos en la fe. Es fácil obrar precipitadamente y ser indiferentes en cuanto a las consecuencias para los que aman a Jesús. A veces la piedra de molino esta colgada al cuello de los que perjudican al pueblo de Dios. No es la voluntad de Dios que uno de, aquellos pequeños perezcan. El espíritu del perdón de las injurias esta opuesto al de la exaltación propia. Jesús no quiere decir que un hermano, para su propio provecho, puede perjudicar a otro y luego volverse y demandar que le perdonemos. Se necesitaría mucha sangre fría para hacer esto. Pero si quiere decir que el verdadero arrepentimiento será correspondido con el perdón. Y el verdadero perdón es "del corazón." La necesidad eterna de este espíritu se acentúa en casi todas las iglesias que hay en la tierra.
Hay quienes son muy oficiosos en el servicio de Cristo por no decir impertinentes. Jesús desanima semejantes adherentes y les recuerda las privaciones que tendrán que sufrir. En este tiempo especial Cristo no tenia en que recostar la cabeza. Fue un proscrito en la tierra de su pueblo. Por otra parte si alguno quiere seguir a Cristo no volverá atrás después de poner la mano en el arado. No volverá atrás para quedarse aun con su padre hasta que muera. Esto es lo que significa la expresión "sepultar mi Padre." Esto era un deber piadoso, pero el padre bien podría vivir muchos años, y el servicio para Dios era imperativo.

10. Consejo Fútil de los Hermanos de Jesús. ¿Iba Jesús a la fiesta de los tabernáculos? Este tiempo ya se acercaba, pues estaban a fines de septiembre. Parece que había pasado un año y medio desde que Cristo estuvo en Jerusalén. El ir ahora ofrecía poca esperanza. Los hermanos de Jesús habían notado su larga ausencia de Jerusalén y de las fiestas publicas. Probablemente también tenían conocimiento de su ausencia larga y reciente de Galilea. Y por esto vienen y le reprochan de ser un Mesías secreto, como si tuviera vergüenza de ello. Le dicen que suba a Jerusalén y que haga su trabajo manifiestamente. Hay siempre gente que sabe manejar nuestros negocios mejor que nos otros mismos, especialmente si les somos antipáticos. Es admirable cuanta sabiduría se aplica mal. Parece a veces como si todos nosotros tuviéramos la tarea que no nos pertenece, si hemos de juzgar por el consejo que se nos da con tanta liberalidad y tanta generosidad. Pero Jesús afirma su independencia. Ira a Jerusalén cuando le plazca y conducirá los negocios del Reino como le parezca bien. Subió privadamente en lugar de hacerlo públicamente como ellos habían sugerido, y cuando le pareció bien ir.

11. Enfrentándose con Jerusalén. De modo que iba otra vez a Jerusalén. Es un evento significativo en su carrera. Ha vuelto de su exclusión, pero no para hacer nuevas campañas en Galilea. Se propone fines mas altos. Ira a Jerusalén y precipitara la crisis de los asuntos. Cuando esto se haga, no estará lejos el fin. ¿Ganara a Jerusalén? Vuelve a pasar por Samaria y despierta el odio de los samaritanos porque su rostro estaba dirigido hacia Jerusalén. Cuando iba para el norte todo estaba bien.
De nuevo Santiago y Juan muestran un espíritu de amargura y una falta de moderación deseando que descendiera fuego del cielo sobre una villa Samaritana. No sabían de que espíritu eran, y ciertamente dejaron por completo de tener el espíritu de Cristo. ¿Llevara Jesús su corazón apesadumbrado al seguir adelante hacia el tempestuoso centro del judaísmo militante y endurecido? No quieren tenerle en Galilea y ya había sido desechado en Jerusalén. Hasta ahora Cristo había estado a la defensiva en la Ciudad Santa quedándose lejos de sus enemigos no solo en Jerusalén, sino últimamente en Galilea también. Pero ahora el Maestro se presenta osadamente en Jerusalén, no a la defensiva del todo. Su aparición, pues, es en la naturaleza de un ataque sobre el país del enemigo. ¿Tendrá éxito? Supongámonos que Jesús gana a Jerusalén para su causa. ¿Vale la pena procurar hacerlo?

LA PATRIA DE JESUS

Según Mc 1:9 el lugar de procedencia de Jesús era la región de Galilea. Desde allí habría partido en busca del Bautista: Y
sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. No existía
ninguna referencia en las Escrituras judías acerca de Nazaret, como así tampoco fue nombrada por Josefo al describir la región de Galilea. Posiblemente este silencio se debió a la poca importancia de la aldea, cuya vida propia seguramente transcurriría a la sombra de la vecina y próspera ciudad de Séforis, la capital de la región durante los primeros años de la vida de Jesús.

La vista que se despliega en torno a Nazaret es una de las más hermosas de Israel. La región de Galilea aparece como una
prolongación de las raíces montañosas del Líbano. La abundancia de rocas de basalto gris manifiesta su carácter volcánico. No es el Líbano, sin embargo, el que domina la vista, sino la cordillera de enfrente, el Hermón. Hacia sus nieves levantaban los ojos los sofocados segadores durante el verano, esperando de él su intenso rocío por la noche. A esa dependencia respecto de las altas cordilleras Galilea debe sus aguas y la fertilidad de su tierra en comparación con Judea y Samaría. Josefo describía la bondad de esta tierra en la que se desempeñó como revolucionario contra Roma: "Toda la región es fértil, rica en pastos, plantada de árboles de toda clase, de manera que el hombre más perezoso para las tareas de la tierra siente
necesariamente una vocación de labrador ante tantas facilidades. De hecho, toda la superficie está cultivada por los
habitantes, sin que haya una sola parcela sin barbecho. Los poblados son muy numerosos y todas las aldeas tienen
también una población muy densa, debido a la fertilidad del suelo, de manera que la más pequeña de ellas cuenta
con más de quince mil habitantes" (Guerra Judía III, 3,2).

Allí, envuelto en la belleza de las montañas y rodeado de los labradores que trabajan la tierra, Jesús había pasado muchos años en silencio, trabajando también él con sus propias manos. Cuando comenzase a predicar evocaría todo ese mundo de imágenes que contemplado con sus propios ojos: Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos (Mt 6:28-29). El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo (Mt 13:24). Un hombre plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó un lagar y edificó una torre (Mc 12:1). De la higuera aprended esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que Él (el Hijo del hombre) está cerca, a las puertas (Mc 13:28-29).

Las encantadoras colinas de Galilea que, aún hoy, infunden una sensación apacible al peregrino que las visita, debieron hablar
por sí mismas al corazón del joven Jesús de la misericordia y generosidad de Dios, y permitía pensar en su Reinado como una
participación de tanta paz y bondad. Del mismo modo, las despojadas montañas de Judea, con su aspecto terrible y su clima
tan duro, no podían menos que templar el carácter de un profeta como Juan y llevarle a formular la llegada del Reino de Dios
en términos tan trágicos. Las colinas de Galilea y el desierto del Jordán sirven adecuadamente de escenario para las Bienaventuranzas de Jesús (Mt 5:3-12) y para las amenazas de Juan (Mt 3:7-12). Sus respectivos ambientes naturales ayudaron a cada uno de los dos profetas a diferenciar con rasgos propios el único mensaje sobre la llegada del Reino y la
necesidad de conversión.

Además de esta influencia de la naturaleza, también debió intervenir en el interior de Jesús el peso de la secular tradición histórica de su patria. Galilea coincide estrechamente con los territorios que Josué había asignado a las antiguas tribus hebreas de Isacar, Zabulón, Aser y Neftalí durante la conquista de Canaán. El país había presenciado el sacrificio del profeta Elías en el monte Carmelo (1 Re 18:20-40), la muerte del rey Ajab por él anunciada en el valle de Yisreel (1 Re 22:34-35) y la muerte del justo rey Josías en Meguido (2 Re 23:29).

La cercanía y presencia de población pagana, especialmente a partir de la incorporación al imperio asirio bajo Tiglatpileser III
(734 a.C.), había hecho que la región fuera denominada Galil ha-Goyim (hebr. Región de los Gentiles: Is 8:23). La población en los tiempos de Jesús se componía de judíos principalmente en las aldeas y en el interior de la región. Las ciudades helenizadas y los dominios en el oeste estaban poblados mayoritariamente por paganos. El proceso de helenización había sido
promovido grandemente por Herodes el Grande y sus hijos, como así también por los terratenientes de las ciudades
helenizadas que habían comprado amplias zonas del campo.

Pero esta circunstancia había ido fortaleciendo la identidad nacional y religiosa de los habitantes judíos, como refirió Josefo:
"Con esta superficie tan limitada, y rodeadas como están por naciones extranjeras muy poderosas, las dos Galileas
han resistido siempre las sucesivas invasiones; porque los galileos se forman para el combate desde sus años más
jóvenes y han sido siempre numerosos. Nunca les ha faltado coraje a esos hombres ni faltó nunca allí gentes" (Guerra Judía III,3,2).

"La naturaleza de los galileos era, pues, tan volcánica como el suelo que habitaban: siempre amigos de innovaciones y por
naturaleza dispuestos a los cambios, disfrutan con las sediciones" (Josefo, Autobiografía 17). "Su fama se había hecho
célebre a causa de sus pendencias y de entre ellos surgieron los más aguerridos rebeldes contra Roma. Tal era el caso de Judas de Gamala, más conocido como Judas el Galileo. En el año 4 a.C., aprovechando la falta de gobierno a causa de la muerte de Herodes, en Séforis reunió una banda numerosa, rompió las puertas de los arsenales del rey y, distribuyendo las
armas a sus partidarios, atacó a los demás candidatos al poder" (Josefo, Guerra Judía II,56).

Más tarde, unido al fariseo Sadok había encabezado una revuelta contra los romanos a causa del censo que en el año 6 d.C.
había ordenado el emperador Augusto para la nueva provincia de Judea. En efecto, el censo tenía como fin elaborar la nómina de los contribuyentes de la nueva provincia del Imperio: Decían que el censo llevaba a un resultado concreto: implicaba el derecho a hacerlos esclavos. Por eso llamaban al pueblo a volar en apoyo de la libertad. Si se presentaba la
ocasión de vencer -aseguraban- pondrían las bases de la prosperidad; y si les privaban de los bienes que les quedaban, obtendrían el honor y la gloria de haber obrado con magnanimidad. La divinidad no podría hacer otra cosa más que colaborar en el éxito de su proyecto y actuaría ciertamente en favor de ellos, con tal que, apasionados por los grandes hechos y firmes en su resolución, no dudaran en derramar la sangre necesaria para este fin (Josefo, Antigüedades XVIII,4).

Judas fundó así un partido que se caracterizaría por el celo por la defensa de la libertad y por la aceptación de la sola soberanía divina (de ahí el nombre de zelotes): decía que era una vergüenza aceptar pagar tributo a Roma y soportar, después de Dios, a unos dueños mortales (Josefo, Guerra de los Judíos II,118). Josefo describió este movimiento llamándola la cuarta filosofía (después de los fariseos, saduceos y esenios): "Sus adeptos están en muchos puntos de acuerdo con el
pensamiento fariseo, pero sienten un amor casi invencible a la libertad, porque creen que Dios es el único dueño y
señor. Les importa poco padecer cualquier tipo de muerte, hasta el más inaudito, lo mismo que el castigo que están
dispuestos a infligir hasta a sus parientes y amigos; el único objetivo que tienen es no dar el nombre de señor a ningún ser humano" (Josefo, Antigüedades XVIII,23).

La revuelta contra Roma ciertamente fracasó, como refiere el libro de los Hechos de los Apóstoles: En los días del empadronamiento, se levantó Judas el Galileo, que arrastró al pueblo en pos de sí; también éste pereció y todos los
que le habían seguido se dispersaron (5,37). Sin embargo, el partido sobrevivió varias generaciones y los descendientes de
Judas continuaron su causa. "Entre los años 46 y 48 dos de sus hijos fueron ajusticiados por orden del gobernador romano: Los nombres de aquellos hijos eran Jacob y Simón, a quienes Alejandro condenó a ser crucificados" (Ant. XX,102). "En el
año 66 otro hijo suyo (o tal vez nieto) se proclamaría directamente como el rey Mesías para conquistar Jerusalem y rebelarse
contra el Imperio: Menahem, el hijo de Judas, aquel llamado el Galileo, tomó algunos hombres importantes con él y se retiró a Masada, donde forzó el ingreso a la armería de rey Herodes y dio armas no sólo a su propia gente, sino también a otros bandidos. Con ellos organizó una guardia y regresó en condición de rey a Jersalem. Y constituido en líder de la sedición dio órdenes de continuar con el asedio" (Guerra Judía II,433). Finalmente sería asesinado por la oposición (id. II,446).

La dinastía de los líderes zelotes proveniente de Judas el Galileo acabaría recién en el año 73 con Eleazar ben Yaír, el organizador de la célebre defensa de Masada: El era descendiente de aquel Judas que había persuadido a muchos judíos, como hemos anteriormente relatado, a no inscribirse en el censo cuando Quirino ordenó hacerlo en Judea (Guerra Judía VII,252). Josefo nos transmitió lo que habría sido su larga exhortación final al suicidio colectivo: ... "¡Muramos sin haber sido esclavos del enemigo y, como hombres libres, dejemos juntos esta vida con nuestras esposas e hijos! Esto es lo que las leyes nos ordenan, esto es lo que nuestras esposas e hijos nos suplican. Esta es la necesidad que nos viene de Dios y lo contrario es precisamente lo que los romanos desean. El temor que ellos tienen es que muera uno solo de nosotros antes de que sea tomada la ciudadela. Así, pues, apresurémonos a dejarles, en vez de la satisfacción que ellos esperan de nuestra captura, el asombro ante nuestra muerte y la admiración por nuestra valentía!" (Guerra VII, 337-388).

La infancia y juventud de Jesús transcurrió en esa Galilea formadora de hombres nada conformistas. Tal vez las peores
tempestades no hayan llegado a la pequeña Nazaret, pero sí sus espantosos ecos, como la destrucción de Séforis a sólo 4 km de distancia. En el año 4 a.C., el gobernador romano de Siria había reprimido violentamente el levantamiento de la ciudad: Varo envió una parte de su ejército a Galilea, situada cerca de Ptolemaida, y a Cayo, uno de sus amigos, como
capitán. Cayo derrotó a las tropas que enviaron contra él, tomó Seforis, la incendió y redujo a esclavitud a sus habitantes (Guerra Judía II,68). La reiteración de episodios como estos y la carga de pesados tributos habían ido llenando la región de viudas despojadas, niños huérfanos, enfermos y enloquecidos, campos abandonados y multitud de pobres.

La mayoría soportaba en silencio la pesada carga sin más consuelo que el advenimiento del poderoso Mesías davídico, que
restablecería definitivamente a Israel como Reino de Dios, poniendo fin a todas las tristezas y dolores. Jesús no pudo desconocer esta mentalidad, porque sin duda debió haber escuchado en más de una oportunidad en la sinagoga las profecías
mesiánicas leídas y explicadas durante el culto sabático: "¡Qué hermoso es el rey mesías que ha de levantarse de entre los
de la casa de Judá! Ciñe sus riñones y parte al combate contra sus enemigos y mata a reyes con príncipes. Tiñe de rojo las montañas con la sangre de sus víctimas y blanquea las colinas con la grasa de sus guerreros. Sus vestidos están empapados de sangre; se parece al que está pisando racimos" (Targúm de Jerusalem de Gn 49:11).

Tales expectativas serían, muy posiblemente, las que poseían los que se agruparon alrededor suyo, como bien lo evidencian las palabras de los decepcionados discípulos de Emaús después de su crucifixión: Nosotros esperábamos que sería él el que
iba a librar a Israel (Lc 24:21). Sería, tal vez, la esperanza de Simón al proclamar ante Jesús: Tú eres el Mesías (Mc 8:29). Sería, en fin, la tentación que tuvo que resistir Jesús a lo largo de su vida: ¡Apártate de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres (Mc 8:33).

LAS TENTACIONES DE JESÚS

Como todo hombre, Jesús debió luchar para seguir firmemente los dictámenes de su conciencia frente a otras alternativas que
no dejaban de aparecer como muy sugestivas. Los que más tarde creyeron en él no quisieron silenciar esta realidad que lo
solidarizaba con el resto de los mortales: ha sido probado en todo como nosotros, aunque él no cometió pecado (Heb
4:15). Él mismo se sometió al sufrimiento y a la tentación (Heb 2:18).

Al narrar los episodios concretos en los cuales se podría comprobar en qué momentos Jesús había experimentado la lucha
interior, el evangelio más primitivo relacionó la tentación en cierto modo con su conciencia de estar especialmente unido a Dios: Y se oyó una voz que venía de los cielos: "Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco". A continuación, el Espíritu
le empuja al desierto, y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás (Mc 1:11-12). Mateo y
Lucas incluso llegaron a describir los diálogos de Jesús con el tentador.

Pero, teniendo en cuenta la ausencia de testigos en estas escenas, podemos preguntarnos: ¿cómo llegaron a conocer los
creyentes las confrontaciones que Jesús mantuvo con el tentador? Puesto que, como veremos luego, Jesús enseñaba por medio de comparaciones, tal vez Jesús pudo haber expuesto a sus discípulos de un modo simbólico y escenificado las alternativas que habría tenido que rechazar en su corazón para ser obediente y fiel a su vocación. La ubicación de esta experiencia por parte de los evangelistas en el momento previo al inicio del ministerio mostraría, entonces, a Jesús como auténtico enviado de Dios que cumple su voluntad expresada en la Escritura.

Mc 1:13 describió una relación pacífica entre Jesús y las bestias salvajes. Posiblemente fuera una alusión a la paz del final de los tiempos anunciada en Is 11:6-8 y repetida en la literatura apocalíptica: Los animales salvajes vendrán de los bosques y
servirán a los hombres; la culebra y el dragón saldrán de sus escondites y se dejarán conducir por niños pequeños (Apocalipsis de Baruc siríaco 73,6). Con esto indicaría no sólo que Jesús había superado la tentación, sino también que con él se abría el tiempo final. Habiendo vencido ya a Satanás, lo superaría de un modo definitivo.

En Mateo y en Lucas el cambio de escenarios hace pensar en una secuencia de situaciones sugeridas a la consideración de
Jesús; algo así como alternativas que Jesús bien podría haber seguido en la realización de su vocación recibida de Dios. En
efecto, el Mesías judío debía inaugurar una era de fecundidad asombrosa, con abundancia de vino y pan: Cuando se cumpla lo que está previsto empezará a manifestarse el Mesías. La tierra dará su fruto, diez mil por uno. Cada cepa tendrá mil sarmientos, cada sarmiento dará mil racimos, cada racimo contará mil uvas y cada uva producirá un kor (3000 litros) de vino. Y todos los que tengan hambre se alegrarán y serán cada día espectadores de prodigios. En aquel tiempo el maná guardado en reserva caerá de nuevo y comerán (de él) esos años, porque habrán llegado al fin de los tiempos (Apocalipsis Siríaco de Baruc, 29,3.5-6.8). Y, según el pensamiento de los fariseos, ningún daño sufriría el Mesías gracias a la protección de Dios: No será débil en sus días, apoyado en su Dios, porque Dios le hizo poderoso por el Espíritu Santo y sabio en el consejo inteligente con fuerza y justicia. Y la bendición del Señor está con él en la fuerza: no será débil, su esperanza está en el Señor y ¿quién puede contra él? (Salmos de Salomón 17:42-44).

Conciente de tener en sí mismo un poder recibido de Dios, Jesús podría haberlo aprovechado para remediar su necesidad o
simplemente para hacer ostentación del mismo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes... Si
eres hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para
que no tropiece tu pie en piedra alguna (Mt 4:3.6).

Sin embargo, la peor tentación era la esperanza en un dominio político como Mesías. Jesús debió rechazar con esfuerzo
esta alternativa, sugerida por sus oyentes y por sus mismos discípulos tantas veces a lo largo de su vida. Jesús comprendió bien que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder (Mt 20:25). Tal forma de autoridad no podía proceder de Dios, sino del Príncipe de este mundo (Jn 12:31), y sólo podría obtenerse mediante el abandono del Dios verdadero: Todo esto te daré si postrándote me adoras (Mt 4:9).

La redacción, en la forma hoy conservada, pudo haber sido influenciada, además, por una experiencia histórica de prueba
sufrida por los creyentes de Palestina pocos años después de la muerte de Jesús: "Como emperador, Cayo (Calígula) se
mostró de una arrogancia inaudita: exigió pasar como dios y que le llamaran dios, decapitó a su patria de los hombres más selectos y extendió su impiedad hasta Judea. En efecto, envió a Petronio con un ejército a Jerusalem para erigir estatuas suyas en el templo con la orden de que, si los judíos no las aceptaban, matasen a los que se opusieran y redujese a la esclavitud al resto de la nación" (Josefo, Guerra Judía II, 184s).

La imagen de la adoración evocaría, entonces, el ceremonial practicado en la corte de Roma. El judío Filón de Alejandría narró cómo él mismo se había visto obligado a venerar al emperador Calígula al ser recibido por éste en audiencia: Fuimos
conducidos ante él; al verlo, nos inclinamos hasta el suelo con toda reverencia y temor, y lo saludamos con el tratamiento de Sagrado Emperador. Pero su respuesta fue tan cortés y amable que desesperamos, no ya de nuestra causa sino de nuestra vida. Porque con una sonrisa irónica observó: "¡Conque vosotros sois los impíos que no creen en mi condición divina, cuando todos los demás la reconocen, y creéis en el Dios innombrable! (Delegación ante Cayo 352s). También parece una evocación del emperador blasfemo la oferta que Satanás hacía a Jesús: Te daré todo el poder y la gloria de estos reinos, porque a mí me ha sido entregada, y se la doy a quien quiero (Lc 4:6). "Como dueño del mundo Calígula entregaba el poder a quien él quería, tal como lo había hecho con su amigo de niñez, Herodes Agripa, a quien liberó de la prisión tras la muerte de Tiberio: Cayo puso una diadema sobre su cabeza, y lo nombró rey de la tetrarquía de Filipo. También le dio la tetrarquía de Lisanias, y cambió su cadena de hierro por una de oro de igual peso" (Josefo, Antig. XVIII,237).

En conclusión, según el relato evangélico de las tentaciones, Jesús habría enseñado con su propia conducta que nada en el
mundo -promesas de alimento, seguridad o poder- debería desviar a los creyentes de la confesión de fe en el Dios único y
verdadero: Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él darás culto (Mt 4:10).

LA MADRE Y LOS HERMANOS DE JESÚS.

El evangelio de Marcos mencionó por primera vez los nombres de los familiares de Jesús con ocasión de la visita de éste a su
pueblo natal, tiempo después de comenzada su actividad: ¿No es éste el artesano, el hijo de María y hermano de Jacobo,
Jose, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros? (Mc 6:3). Antes de este relato había mencionado
otro episodio en el cual los suyos fueron a hacerse cargo de él, pues decían: "Está fuera de sí" (3:20). El evangelio de
Juan confirmaría más tarde este dato: Ni siquiera sus hermanos creían en él (7:5).

Sin embargo, sus familiares también fueron mencionados como miembros de la primera comunidad formada después de la
muerte de Jesús: Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de
María, la madre de Jesús, y de sus hermanos (Hech 1:14). Uno de sus hermanos daría testimonio de haber visto a Jesús
resucitado: Luego se apareció a Jacob; más tarde a todos los apóstoles (1Co 15:7). El evangelio de los Hebreos
relataba dicha aparición: Él tomó pan y lo bendijo y lo partió y lo dio a Jacobo el Justo, y le dijo: Hermano mío, come tu
pan, pues el Hijo del hombre se ha levantado de entre los que duermen (fragm. 7). Según este texto Jacobo había
prometido no comer ni beber, pues Jesús había dicho durante la última cena: desde ahora no beberé de este producto de la
vid hasta el día aquel en que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre (Mt 26:29).

Jacob llegaría a ser un importante dirigente de la comunidad cristiana de Jerusalem, según el testimonio de Pablo: Subí a
Jerusalem para conocer a Cefas y permanecí quince días en su compañía. Y no ví a ningún otro apóstol, fuera de Jacobo, el hermano del Señor (Gal 1:18-19). El mismo Pablo admitía que también Jacobo, junto a Pedro y a Juan, eran considerados como columnas de la Iglesia (Gal 2:9). El evangelio de Tomás lo señaló como aquel que habría recibido de Jesús la primacía sobre los demás: Los discípulos dijeron a Jesús: Sabemos que nos vas a dejar; ¿quién será el más grande entre nosotros? Jesús les dijo: En el sitio adonde os dirijáis, iréis hacia Santiago el justo, para quien han sido hechos el cielo y la tierra (logion 12).

De otro de los hermanos de Jesús hizo mención Hegesipo en un testimonio recogido por Eusebio de Cesarea: De la familia
del Señor vivían todavía los nietos de Judas, llamado hermano suyo según la carne, a los cuales delataron por ser de la familia de David. El evocato los condujo a presencia del césar Domiciano, porque éste, al igual que Herodes, temía la venida del Mesías (Historia Eclesiástica III,30,1).

Es un dato de importancia que todos los hermanos de Jesús llevaran nombres de los grandes patriarcas de Israel: Jacobo (Jacob), Judá, Simeón, José. Él mismo se llamaba como el sucesor de Moisés: Josué, y su madre tenía el nombre de la hermana del héroe del Éxodo: Miriam. Según se puede observar en las Escrituras, no fue común usar los nombres de los próceres bíblicos hasta la rebelión de los macabeos (175-163 a.C.). Por entonces, muchos judíos de Palestina -especialmente en las áreas rurales- habían reaccionado ante la persecución helenista siria con un resurgimiento del sentimiento religioso nacional. Es posible que desde entonces se hubiera hecho cada vez más común la costumbre de dar a los hijos los nombre de los grandes héroes del pasado. Esta costumbre debió afectar sensiblemente a los galileos, entre quienes el judaísmo tuvo que vivir durante siglos junto a una fuerte influencia pagana. Por eso es muy probable que el hecho de que toda la familia de Jesús tuviera nombres patriarcales indique su participación en ese renacimiento de la identidad nacional y religiosa judía.

Dentro de esta misma perspectiva, puede pensarse también en una cierta afinidad con el fariseísmo. De hecho, los primitivos
testimonios cristianos hacen pensar que el más conocido de los hermanos de Jesús haya sido fariseo, o por lo menos haya
gozado de la simpatía de ellos. En efecto, Pablo identificaría a los creyentes partidarios de la circuncisión como los del grupo
de Jacob (Gal 2:12), los mismos que en el libro de los Hechos son señalados como los de la secta de los fariseos que habían abrazado la fe (15:5). Son los mismos que le advertirán a Pablo que ellos no son pocos: miles y miles de judíos han abrazado la fe, y todos son celosos partidarios de la Ley (21:20).

También la noticia que Josefo proporcionó sobre su martirio estaría confirmando que Jacobo llegó a gozar de gran prestigio
entre los fariseos, ya que éstos reaccionaron contra los saduceos que le dieron muerte: "El sumo sacerdote Anás convocó a los jueces del sanedrín y trajo ante ellos al hermano de Jesús llamado Cristo -su nombre era Jacob- y a algunos otros. Los acusó de haber violado la ley y los entregó para que los lapidaran. Todos los habitantes de la ciudad que eran considerados como los más equitativos y estrictos cumplidores de las leyes se indignaron por ello y enviaron secretamente a pedir al rey que no dejara obrar de esta forma a Anás; en efecto, decían, no ha actuado correctamente en esta primera circunstancia. Algunos de ellos salieron incluso al encuentro del gobernador Albino que venía de Alejandría y le informaron de que Anás no tenía derecho a convocar el sanedrín sin su permiso. Convencido por estas palabras, Albino escribió enfadado a Anás amenazando con castigarle" (Antig. XX,200-203).

Las características generales de los fariseos cuadran perfectamente con la imagen de Jacobo que nos fue transmitida, y hasta con la del mismo Jesús. Los fariseos habían surgido de entre el laicado popular y eran el partido del pueblo. No eran por origen ni sacerdotes ni hombres ricos. Eran, más bien pequeños comerciantes, artesanos y campesinos que vivían de su trabajo. Los maestros de la Ley, en este sentido, no dejaban de insistir en la necesidad de aprender un trabajo manual: Quien no le enseñe a su hijo un oficio manual, le está enseñando a robar (Talmud de Babilonia, Quiddushim 30b). En la época de Jesús la mayoría de los doctores de la Ley ejercían una profesión. Por ejemplo, sabemos que en Corinto el fariseo Pablo conoció a un matrimonio judío y como era del mismo oficio, se quedó a vivir y a trabajar con ellos. El oficio de ellos era fabricar tiendas (Hech 18:3).

Los fariseos gozaban del favor popular: "Tenían conquistado crédito ante el pueblo y todas las cosas divinas, las oraciones y las ofrendas de sacrificios se cumplían según su interpretación. Las ciudades habían rendido homenaje a tantas virtudes, aplicándose a lo hay de más perfecto en ellos tanto en la práctica como en la doctrina" (Josefo, Antigüedades XVIII, 14). Según los evangelios la gente los saludaba en las plazas y llamaba respetuosamente Rabbí a los más instruidos de entre ellos (Mt 23,7). Ése habría sido también el trato recibido por Jesús: Nicodemo fue donde Jesús de noche y le dijo: "Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro" (Jn 3:2).

Si la imagen que nos presentan los evangelios es tan negativa, esto se debe a las controversias que surgieron más tarde entre los fariseos y los cristianos, prácticamente ya separados de la sinagoga. Sin embargo consta también en los evangelios cierta
relación de amistad de Jesús con algunos fariseos, ya que era invitado a comer en sus casas (Lc 7:36; 11:37; 14:1) o era
visitado por alguno de ellos, como en el caso de Nicodemo (Jn 3:1).

EL PADRE Y EL LINAJE DE JESÚS

En el pasaje de Marcos que mencionaba a la familia de Jesús en Nazaret no se decía nada acerca del padre. Allí Jesús era
presentado como el artesano, el hijo de María (6:3). Esto suscitó la pregunta de por qué los aldeanos se habrían referido a
Jesús como hijo de María (ben Miryam), siendo que la costumbre judía era llamar a los hijos por el nombre del padre. Los
intentos de respuesta han sido muy variados:

1- Podría tratarse de una afirmación implícita de la concepción virginal de Jesús. Sin embargo, la concepción virginal de Jesús
no es mencionada nunca por el evangelio de Marcos, que carece de un relato de su infancia y que no muestra la menor huella
de tal creencia. Los relatos sobre un nacimiento sobrenatural de Jesús aparecen recién en los evangelios de Mateo y Lucas, y
constituyen un desarrollo posterior a Marcos.

2- Podría tratarse de una insinuación de los aldeanos de Nazaret respecto a la filiación ilegítima de Jesús. Pero esta interpretación encuentra apoyo sólo en noticias tardías. Así, el pagano Celso se hacía eco (alrededor del año 178) de una
tradición judía sobre el nacimiento de Jesús: había salido de una aldea de Judea y nacido de una mujer del país, una pobre costurera... la madre de Jesús fue repudiada por el artesano que la había pedido en matrimonio, por haber sido convicta de adulterio y haber quedado embarazada por obra de un soldado llamado Panthera... echada por su marido, vagabundeando indecorosamente, dio a luz a Jesús en secreto; éste se vio obligado por la pobreza a ir a servir a Egipto, donde adquirió la experiencia de ciertos poderes mágicos de los que se ufanan los egipcios; volvió de allí, lleno de orgullo por esos poderes y, gracias a ellos, se proclamó Dios (cf. Orígenes, Contra Celso I,28.32).

Este relato de Celso manifiesta una clara dependencia respecto al evangelio de Mateo, donde también se habla de la angustia del artesano, de la huída a Egipto y de los magos. Por lo tanto, lo más probable es que el relato de Celso no fuera otra cosa que una parodia judía del relato cristiano de la concepción virginal: a través de un juego de palabras el Jesús hijo de la Virgen (gr. hyíos toy parthenos) habría sido transformado en hijo de Panthera (hebr. ben Panthera). Al respecto, el erudito judío J. Klausner afirma: En boca de los judíos y paganos que se oponían al cristianismo, las historias primitivas pasaron a ser motivos de ridículo: las nobles cualidades que los discípulos encontraban en Jesús eran interpretadas como defectos, y los milagros que se le atribuían, como prodigios horribles e indecentes (Jesús de Nazaret, p.19).

* La respuesta más sencilla y satisfactoria sobre el silencio respecto al padre de Jesús sería que éste ya no vivía cuando Jesús
visitó Nazaret como profeta. Los habitantes de la aldea simplemente hicieron referencia a los parientes de Jesús que aún vivían entre ellos, para recordar lo ordinario de su origen frente a todo lo extraordinario que él manifestaba en sus dichos y acciones: "¿De dónde le viene ésto? Y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos?
(Mc 6:2).

A pesar del silencio de Mc 6:3, Mateo y Lucas sí dejaron consignado el nombre del padre de Jesús: Su madre, María,
estaba desposada con José (Mt 1:18). Tenía Jesús, al comenzar, unos treinta años y era, según se creía, hijo de José (Lc 3:23).

De la versión que transmitió Mateo respecto a la visita a Nazaret se desprende que el oficio de su padre sería el mismo, y de él seguramente lo habría aprendido Jesús: ¿No es éste el hijo del artesano (tekton)? (13:55). Puesto que el oficio de tekton
abarcaba el trabajo de la madera y también de la piedra, tal vez José fuera uno de los tantos artesanos empleados en la
reconstrucción de Séforis, destruida en el 4 a.C.

La mención en los evangelios del artesano José y del artesano Jesús hacen recordar una historia narrada en el Talmud. Un
hombre había llegado a un pueblo buscando a alguien que pudiera resolverle un problema. Al preguntar si allí vivía algún rabbí, le respondieron que no. Entonces preguntó: Hay un artesano entre ustedes, el hijo de un artesano que pueda ofrecerme
una solución? (Abbodá Zará 3b). Esto parecería indicar que el artesano en un caserío como Nazaret era la persona mejor
calificada para las cuestiones relacionadas con la interpretación de la Ley. La posibilidad de que José y Jesús estuviesen
capacitados para ese tipo de consultas bien podría compaginarse bien con la caracterización de justos que recibieron tanto el
padre como uno de los hermanos de Jesús: José (Mt 1,19) y Jacob (cf. Antig. XX,200-203; Eusebio, Hist. Ecles.
II,23,4-5.9-10).

Los evangelios relatan una cierta proclamación mesiánica durante la última pascua de Jesús: La gente que iba delante y
detrás de él gritaba: "¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las
alturas!" Y al entrar él en Jerusalem, toda la ciudad se conmovió. "¿Quién es éste?" decían. Y la gente decía:
"Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea" (Mt 21:9-11). La pregunta denota el desconocimiento de la identidad
de Jesús por parte de los habitantes de Jerusalem, siendo sólo los acompañantes de Jesús quienes lo reconocen como heredero de David: Cerca ya de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, llenos de alegría, se
pusieron alabar a Dios a grandes voces, por todos los milagros que habían visto (Lc 19:37). Aunque en el grupo de los
peregrinos algunos juzgaron como imprudente tal aclamación: Algunos de los fariseos, que estaban entre la gente, le
dijeron: "Maestro, reprende a tus discípulos" (Lc 19:39). Tal reconocimiento de los discípulos ¿está significando que la
familia de Jesús se atribuía la descendencia davídica o se trataba simplemente de un postulado mesiánico?

Parece bastante probable que el origen de Jesús fuera verdaderamente davídico. En efecto, Pablo se había encontrado en
Jerusalem con el hermano del Señor, cuando subió para conocer a Pedro (Gal 1:19). Por tanto, la afirmación tradicional de
que Jesús había nacido del linaje de David según la carne (Ro 1:3) Pablo habría podido confirmarla personalmente a
través de una fuente directa. Por otro lado, sería un poco absurdo que los parientes de Jesús hubieran afirmado una falsa
descendencia davídica, considerada por el emperador Domiciano como sospechosa de pretención mesiánica (cf. pág. 16).

Sin embargo, los adversarios de Jesús le objetaban que era imposible que él fuese el Mesías, puesto que, como ellos
insinuaban, en Jesús no se cumplían ninguna de las dos condiciones anunciadas por las profecías: "¿Acaso va a venir de
Galilea el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá de la descendencia de David y de Betlehem, el pueblo de donde era David? (Jn 7:41-42). Si afirmamos que Jesús nació verdaderamente en Betlehem, debemos admitir que este dato era ignorado por muchos de sus contemporáneos o que la familia lo negaba expresamente. A la vez, esta negación sería totalmente comprensible mientras reinaran otras dinastías en Israel y, sobre todo, durante la rebelión contra Roma: admitir
la pertenencia a un linaje real habría significado un grave peligro.

Por lo demás, aunque divergentes entre sí, la presentación de la genealogía de Jesús tanto en el evangelio de Mateo como en el de Lucas estaría mostrando una conciencia davídica en la familia de Jesús. A favor de esta afirmación encontramos el
testimonio de Julio el Africano en el siglo III: En realidad, unos pocos, cuidadosos, que tenían para sí registros privados
o que se acordaban de los nombres o los habían copiado, se gloriaban de tener a salvo la memoria de su nobleza.
Ocurrió que de éstos eran los que mencionamos antes, llamados despósynoi (del gr. despotes= jefe o señor) por causa
de su parentesco con la familia del Salvador y que, desde las aldeas judías de Nazaret y Kohaba, visitaron el resto
del país y explicaron la precedente genealogía (Eusebio, Hist. Ecles. I,7,14).

El hecho de que otros personajes no davídicos hayan sido proclamados mesías sin dificultad demuestra que la familia de Jesús no tenía necesidad de inventar su descendencia de David para justificar el mesianismo de Jesús. Rabbí Aquiba llegaría a
proclamar a Bar Kokhbá (= hijo de la Estrella; cf. Nm 24,17) como Mesías, sin que fuera del linaje de David, y como
Mesías éste fue seguido por una gran multitud en la rebelión contra Roma del año 132 d.C.

Resumiendo todo lo dicho hasta ahora: no sólo la convivencia con el Bautista, sino también todo el ambiente geográfico y
cultural galileo, la constitución de su familia y la creencia de que el Mesías debía proceder del linaje de David pudieron haber
influido en el entorno de Jesús y en la formación de su carisma.

Adam Smith, G; geografía histórica de la Tierra Santa, Valencia, 1985; Bagatti, B., The Church from the Circumcision. History and Archaelogy of the Judaeo-Christians, Jerusalem, 1984; Bornkamm, G., Jesús de Nazaret, Salamanca, 1996; Flavio Josefo. Un testigo judío de la Palestina del tiempo de los apóstoles, Estella, 1982; Jesús de Nazaret, Barcelona, 1991; Kutzmann, R.- Dubois, J-D; Schürer, E.-Vermes, G., Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús, Madrid, 1985; Theissen, G., Colorido local y contexto histórico en los evangelios, Salamanca, 1997.

DECLARACIONES SORPRENDENTES DE SPURGEON:

En cuanto a la necesidad de poder: "Necesitamos hombres ardiendo al rojo vivo, que irradien el fuego con tan intenso calor; que no podamos siquiera acercarnos sin sentir que nuestros corazones se están quemando; hombres como relámpagos lanzados de la misma mano de Jehová, despedazando estrepitosamente cada cosa que se opone en su camino, hasta que llegue a su blanco; ¡hombres impulsados por la Omnipotencia!" "Es el poder extraordinario de Dios, no el talento, lo que trae la victoria del día. Es unción espiritual extraordinaria, no poder mental extraordinario, lo que necesitamos. Puede ser que el poder mental llene una capilla, pero el poder espiritual llena a una iglesia con angustia del alma. Puede que el poder mental reúna una congregación grande, pero sólo el poder espiritual llenará las almas."

WESLEY

"Si el predicador está ardiendo, los demás vendrán para ver el fuego." "Dame cien predicadores que no le temen a nada excepto al pecado, y no desean nada excepto a Dios, y no me interesa ni una paja que sean clérigos o laicos, ellos sacudirán las puertas del infierno y establecerán el reino de los cielos en la tierra."

quinta-feira, 10 de dezembro de 2009

Nilza! Feliz aniversário!

Deus cuidará de ti,
Em cada dia proverá;
Sim, cuidará de ti,
Deus cuidará de ti.



quarta-feira, 9 de dezembro de 2009

Vivendo com propósitos - Ed René

O último homem não é aquele que não tem mais sonhos a sonhar ou o que vive de sonhos frustrados ao longo da história. O último homem é aquele que vive de um sonho que ainda não morreu, um sonho vivo, cujos ideais não foram frustrados. O último homem é aquele que vive da utopia – o que ainda não encontrou o seu lugar. Existem, sim, espaços livres, nos quais podemos experimentar uma existência singular e original, pois cada ser humano é um original. Há esperança para este mundo. O niilismo não é a palavra final. Podemos seguir em frente. Passo a passo. Juntos, amando e doando. Celebrando mistérios, fazendo perguntas e rindo de nós mes¬mos e do mundo que construímos e ou que conseguimos enxergar.

Vivendo com propósitos - Ed René

Egoísmo e narcisismo são primos irmãos da infelicidade, pois qualquer que pretenda encontrar sentido em si mesmo vai se decepcionar. A idéia de que "tudo quanto você precisa para ser feliz está dentro de você" é uma estupidez humanista, que desconsidera o universo criado (não existe felicidade sem banho de cachoeira e lambuzeira de manga–rosa), a realidade do outro (não existe felicidade sem abraços e beijos, cafunés, troca de olhares, sorri¬sos marotos e gargalhadas na roda de amigos) e a imprescindibilidade de Deus (não existe felicidade sem mistério, sem o Tremendum, o Numinoso, o peso da glória do Totalmente Outro).

Citações

Teresa de Ávila "não existe fase de oração tão sublime que não seja necessário voltar sempre ao início".

John Dalrymple "jamais superaremos esse tipo de oração, porque jamais superaremos as necessi¬dades que lhe deram origem".

C. S. Lewis "devemos colocar diante de Deus o que está em nós e não o que deveria estar em nós".

C. H. Spurgeon "quer gostemos, quer não, pedir é a regra do Reino".

Foster "o único lugar em que Deus pode nos abençoar é aquele em que nos encontramos, pois é nesse lugar que estamos".

domingo, 6 de dezembro de 2009

FORMADA!

Obrigada Senhor!

sexta-feira, 4 de dezembro de 2009

Mananciais do deserto!

Este livro foi um presente perfeito que ganhei da minha querida amiga Thalita Trindade! Obrigada querida! QUE LIVRO!UM CLÁSSICO!



Lettie Cowman foi esposa de um missionário no Japão. Ao final desse período entre os japoneses, seu esposo sentia fortíssimas dores no peito, mas seu desejo pela salvação das almas era maior que sua preocupação com a saúde, e após sua volta aos EUA sofreu um ataque cardíaco e derrame, que o deixou paralisado até a morte seis anos mais tarde.
A Sra. Cowman na aflição do marido, lia todos os dias textos da Bíblia ou mensagens de esperança de folhetos e livros. Imaginar o que esse casal passou está muito além do que a mais criativa e altruísta mente pode conceber, mas quando abria a Bíblia e lia um texto para seu amor deitado numa cama impossibilitado de sair correndo e dar um abraço em sua amada já é o suficiente pra imaginar quão grande era o amor entre eles e à Deus. Mas ela tirou forças da própria Palavra Viva que lia diariamente, e desde 1975 milhões de pessoas podem desfrutar dessas pérolas extraídas desses momentos preciosos.

terça-feira, 1 de dezembro de 2009

Palestra ministrada pelo médico psiquiatra Dr. Içami Tiba,

em Curitiba, 23/07/08.

O palestrante é membro eleito do Board of Directors of the International Association of Group Psychotherapy. Conselheiro do Instituto Nacional de Capacitação e Educação para o Trabalho "Via de Acesso". Professor de cursos e workshops no Brasil e no Exterior.
Em pesquisa realizada em março de 2004, pelo IBOPE, entre os psicólogos do Conselho Federal de Psicologia, os entrevistados colocaram o Dr. Içami Tiba como terceiro autor de referência e admiração - o primeiro nacional.

1º- lugar: Sigmund Freud;
2º- lugar: Gustav Jung;
3º- Lugar: Içami Tiba

1. A educação não pode ser delegada à escola. Aluno é transitório.. Filho é para sempre.

2. O quarto não é lugar para fazer criança cumprir castigo. Não se pode castigar com internet, som, TV, etc.

3. Educar significa punir as condutas derivadas de um comportamento errôneo. Queimou índio pataxó, a pena (condenação judicial) deve ser passar o dia todo em hospital de queimados.

4. É preciso confrontar o que o filho conta com a verdade real. Se falar que professor o xingou, tem que ir até a escola e ouvir o outro lado, além das testemunhas.

5. Informação é diferente de conhecimento.. O ato de conhecer vem após o ato de ser informado de alguma coisa. Não são todos que conhecem.. Conhecer camisinha e não usar significa que não se tem o conhecimento da prevenção que a camisinha proporciona.

6. A autoridade deve ser compartilhada entre os pais. Ambos devem mandar. Não podem sucumbir aos desejos da criança. Criança não quer comer? A mãe não pode alimentá-la. A criança deve aguardar até a próxima refeição que a família fará. A criança não pode alterar as regras da casa. A mãe NÃO PODE interferir nas regras ditadas pelo pai (e nas punições também) e vice-versa. Se o pai determinar que não haverá um passeio, a mãe não pode interferir. Tem que respeitar sob pena de criar um delinqüente.

7. Em casa que tem comida, criança não morre de fome . Se ela quiser comer, saberá a hora. E é o adulto quem tem que dizer QUAL É A HORA de se comer e o que comer.

8. A criança deve ser capaz de explicar aos pais a matéria que estudou e na qual será testada. Não pode simplesmente repetir, decorado. Tem que entender.

9. É preciso transmitir aos filhos a idéia de que temos de produzir o máximo que podemos. Isto porque na vida não podemos aceitar a média exigida pelo colégio: não podemos dar 70% de nós, ou seja, não podemos tirar 7,0.

10. As drogas e a gravidez indesejada estão em alta porque os adolescentes estão em busca de prazer. E o prazer é inconseqüente.

11. A gravidez é um sucesso biológico e um fracasso sob o ponto de vista sexual.

12. Maconha não produz efeito só quando é utilizada. Quem está são, mas é dependente, agride a mãe para poder sair de casa, para fazer uso da droga . A mãe deve, então, virar as costas e não aceitar as agressões. Não pode ficar discutindo e tentando dissuadi-lo da idéia. Tem que dizer que não conversará com ele e pronto. Deve 'abandoná-lo'.

13. A mãe é incompetente para 'abandonar' o filho. Se soubesse fazê-lo, o filho a respeitaria. Como sabe que a mãe está sempre ali, não a respeita.

14. Se o pai ficar nervoso porque o filho aprontou alguma coisa, não deve alterar a voz. Deve dizer que está nervoso e, por isso, não quer discussão até ficar calmo. A calmaria, deve o pai dizer, virá em 2, 3, 4 dias. Enquanto isso, o videogame, as saídas, a balada, ficarão suspensas, até ele se acalmar e aplicar o devido castigo.

15. Se o filho não aprendeu ganhando, tem que aprender perdendo..

16. Não pode prometer presente pelo sucesso que é sua obrigação. Tirar nota boa é obrigação.. Não xingar avós é obrigação. Ser polido é obrigação. Passar no vestibular é obrigação. Se ganhou o carro após o vestibular, ele o perderá se for mal na faculdade.

17. Quem educa filho é pai e mãe. Avós não podem interferir na educação do neto, de maneira alguma. Jamais. Não é cabível palpite. Nunca.

18. Se a mãe engolir sapos do filho, ele pensará que a sociedade terá que engolir também.

19. Videogames são um perigo: os pais têm que explicar como é a realidade, mostrar que na vida real não existem 'vidas', e sim uma única vida. Não dá para morrer e reviver. Não dá para apostar tudo, apertar o botão e zerar a dívida.

20. Professor tem que ser líder. Inspirar liderança. Não pode apenas bater cartão.

21. Pais e mães não pode se valer do filho por uma inabilidade que eles tenham. 'Filho, digite isso aqui pra mim porque não sei lidar com o computador'. Pais têm que saber usar o Skype, pois no mundo em que a ligação é gratuita pelo Skype, é inconcebível pagarem para falar com o filho que mora longe.

22. O erro mais freqüente na educação do filho é colocá-lo no topo da casa. O filho não pode ser a razão de viver de um casal. O filho é um dos elementos. O casal tem que deixá-lo, no máximo, no mesmo nível que eles. A sociedade pagará o preço quando alguém é educado achando-se o centro do universo.

23. Filhos drogados são aqueles que sempre estiveram no topo da família.

24. Cair na conversa do filho é criar um marginal. Filho não pode dar palpite em coisa de adulto. Se ele quiser opinar sobre qual deve ser a geladeira, terá que mostrar qual é o consumo (kWh) da que ele indicar. Se quiser dizer como deve ser a nova casa, tem que dizer quanto isso (seus supostos luxos) incrementará o gasto final.

25. Dinheiro 'a rodo' para o filho é prejudicial. Mesmo que os pais o tenham, precisam controlar e ensinar a gastar.

Frase: "A mãe (ou o pai!) que leva o filho para a igreja, não vai buscá-lo na cadeia."

domingo, 29 de novembro de 2009

META PARA 2010!

lER 20 LIVROS! COMECEI POR ESTE!

Vinte nomes de Deus que devem ser lembrados

1. Deus é o meu Curador (Sl 103:3).
2. Deus é o meu Redentor (Is 59:20).
3. Deus é o meu Libertador (Sl 70:5).
4. Deus é a minha Fortaleza (Sl 43:2).
5. Deus é o meu Refúgio ( Jl 3:16).
6. Deus é o meu Amigo ( Jo 15:15).
7. Deus é o meu Restaurador (Sl 23:3).
8. Deus é o meu Pai (Is 9:6).
9. Deus é o meu Amor (1Jo 4:16).
10. Deus é o meu Abrigo (Sl 32:7).
11. Deus é o meu Descanso ( Jr 50:6).
12. Deus é a minha Verdade ( Jo 16:13).
13. Deus é a minha Vida Eterna (1Jo 5:20).
14. Deus é o meu Provedor (Gn 22:14).
15. Deus é a minha Paz (2Ts 3:16).
16. Deus é o meu Escudo (Sl 144:2).
17. Deus é o meu Ajudador (Hb 13:6).
18. Deus é o meu Conselheiro (Is 9:6).
19. Deus é a minha Esperança (Sl 71:5).
20. Deus é a minha Consolação (Rm 15:5).
Leia com freqüência esta lista de nomes e, sempre que a ler,
escolha um nome que, para você, é necessário que Deus seja
naquele dia e depois agradeça a ele por ser aquilo para você. E
toda vez que você estiver lendo a Bíblia e encontrar um nome
de Deus, grife-o, anote-o à margem da página ou acrescente-o
a essa lista. Isso o fará se lembrar de outro aspecto da pessoa de
Deus para você.

Do livro O PODER DO ADOLESCENTE QUE ORA!

quinta-feira, 26 de novembro de 2009

Happy day!



Lucas,

Felicidades! Fique firme!

FRASES:

O pessimista reclama do vento. O otimista espera que ele mude. O sábio ajusta as velas. (John Maxwell)

Aprenda a dizer 'não' ao que é bom para poder dizer 'sim' ao que é melhor." (John Maxwell)

"O homem deve ser grande o suficiente para reconhecer seus erros, esperto o suficiente para beneficiar-se deles e forte o suficiente para corrigi-los." (John Maxwell)

O homem que deseja reger a orquestra deve dar as costas à multidão." (John Maxwell)

O teste da liderança: Vire para trás e veja se alguém o está seguindo." (John Maxwell)

quarta-feira, 25 de novembro de 2009

SINAIS DE UMA IGREJA VIVA


A igreja está no centro do plano de salvação e Lucas no evangelho descreve quatro marcas de uma igreja cheia do Espírito. (estudo, comunhão, adoração, evangelização)
A igreja viva é uma igreja que está aprendendo, uma comunidade que estuda. A plenitude do Espírito Santo é incompatível com o antiintelectualismo. Entendemos que já não há apóstolos na igreja. Ninguém na igreja atual tem uma autoridade comparada a de Paulo, Pedro ou qualquer dos apóstolos de Jesus Cristo.
Compartilhamos a graça de Deus. Paulo fala da comunhão que temos com o Espírito Santo. A comunhão autêntica é uma comunidade trinitária. Nós os crentes participamos em comum no Pai, no Filho e no Espírito Santo. Há um segundo aspecto da koinonía. Uma igreja cheia do Espírito é uma igreja generosa.
Existem dois aspectos da vida de adoração da igreja primitiva que são desejáveis em uma igreja renovada. A adoração era formal e informal. Contudo, a adoração da igreja primitiva também se caracterizava pela reverência. Seus cultos não eram irreverentes. Quando o Espírito Santo renova a igreja, a enche de alegria e também de reverência ante Deus.
Finalmente uma igreja viva é uma igreja evangelizadora. Salvação e pertencer à igreja são dois atos que vão juntos. O Senhor fazia crescer dia a dia a comunidade. A evangelização não é um assunto ocasional, deve ser algo contínuo. Quando a igreja esta cheia do Espírito Santo, se abre ao mundo necessitado de Deus e então as pessoas podem ser acrescentadas cada dia à igreja.
Podemos dizer com toda firmeza que na atualidade não há na igreja apóstolos de Jesus Cristo, porque ninguém teve uma aparição do Cristo ressuscitado. Existem líderes, bispos, evangelistas, pioneiros, missionários e plantadores de igrejas aos quais podemos nos referir como ministros apostólicos. É válido dar-lhes o qualificativo “apóstolo” (adjetivo), porem não lhes corresponde o título de “apóstolo” (substantivo). Há uma diferença fundamental entre aqueles primeiros apóstolos e qualquer mensageiro do evangelho que os tem sucedido. A igreja primitiva compreendeu muito bem esta diferença. Quando morreu o último apóstolo, a igreja sabia que se iniciava uma etapa nova, a era pos-apostólica.
A igreja não foi chamada nem para se excluir nem para se assemelhar totalmente com o mundo. Não temos liberdade para nos retirarmos do mundo, nem tão pouco para nos confundirmos com ele. Nas palavras de Jesus, devemos estar no mundo porem não sermos parte do mundo. Precisamos lembrar continuamente que a igreja pertence a dois âmbitos: ao céu e a terra. A igreja é santa e está em processo de santificação. A igreja é o povo santo de Deus, foi comprada pelo sangue precioso de Cristo e santificada pelo Espírito Santo.. Em um sentido, há só uma igreja, a igreja de Deus, Sua igreja universal. O apóstolo harmoniza a ambigüidade da igreja porque sua perspectiva combina passado, presente e futuro dos crentes. Não há contradição entre esses três aspectos da identidade da igreja. Foi enriquecida no passado, não lhe falta no presente nenhum dom espiritual, e no entanto espera sua perfeição final. Mantenhamos essa perspectiva, e demos graças a Deus porque o que somos, e o que seremos, o devemos a Sua graça e fidelidade.
A atitude partidarista ou separatista tem implicações muito sérias. Esses desacordos, disse Paulo, são teologicamente ofensivos porque contradizem os fundamentos do evangelho em três sentidos: contradizem a pessoa de Cristo, a cruz de Cristo e o significado do batismo em Cristo. Em outras palavras, Cristo era quem ficava ofendido e negado por todos os grupos. O que fazer com as diferenças? A igreja é um povo santo de Deus, comprada pelo precioso sangue de Cristo e santificada pelo Espírito Santo. No entanto, a realidade ambígua da igreja é um desafio para que busquemos santidade e procuremos unidade em torno da essência do evangelho da cruz de Cristo.
Examinemos nossas motivações. Tenhamos cuidado, ao pregar e batizar, de não estimular às pessoas a se sentirem mais leal a nós do que ao Senhor. Isto era o que havia horrorizado Paulo. Substituir o nome de Cristo pelo nosso próprio nome é contradizer o evangelho.
Hoje vivemos em uma sociedade que adora o poder. Obviamente, a situação não é nada nova. A cobiça pelo poder tem caracterizado sempre o ser humano. Lamentavelmente, também aparece na igreja. Jesus não se aferrou ao poder que legitimamente lhe pertencia. Se Ele renunciou ao poder, nós devemos fazer o mesmo. Esta perspectiva é totalmente oposta à do mundo. Este valoriza o poder. Deus, pelo contrário, insiste na humildade.
A salvação que Deus oferece é muito mais que simplesmente conhecer sobre Ele; é restaurar plenamente nossa relação com Ele. Deus o fez através da “loucura da pregação”. O que era impossível para a sabedoria do mundo, Deus se contentou em fazer-lo através do kerygma, isto é, a mensagem do evangelho.
Tudo se deve à graça de Deus, através de Cristo na cruz. O principio do poder na fraqueza alcança sua máxima expressão na pessoa de Cristo. A Palavra veio de Deus, se enfoca em Cristo e foi inspirada pelo Espírito Santo. Podemos definir à Bíblia como o testemunho do Pai sobre o Filho, dado através do Espírito. A revelação da verdade de Deus se faz por meio da inspiração. Deus falou através dos autores humanos.
Permitamos a Deus derrubar as nossas defesas, para que a Palavra nos desafie e O Espírito Santo habita em todos os filhos de Deus. Ele é quem ilumina a verdade bíblica para que a possamos conhecer e viver segundo ela.
Cada obreiro receberá do Senhor sua recompensa, conforme seu trabalho, no dia do juízo. Os que a constroem, formam uma equipe de trabalhadores que contribuem para a mesma meta. Uns são os que põem a fundação e outros os que edificam sobre essa fundação. Mas só Cristo pode ser o fundamento sobre o qual todos edificam.
Já não precisamos de imagens nem símbolos da presença de Deus: o Espírito Santo habita no Seu povo. Essas atitudes danificam e destroem a identidade da igreja como povo de Deus. Exaltar aos líderes humanos na igreja é uma demonstração de tolice, não de sabedoria. Os líderes cristãos devem ser diferentes dos do mundo. Antes de ser ministro da Palavra ou da igreja, os líderes são ministros ou servos de Cristo. Alguns descuidam do estudo da Palavra de Deus ou a lêem de maneira ocasional e superficial.
Nós os evangélicos vivemos do lado da planície que representa o mundo bíblico. Só Deus é nossa autoridade absoluta. Na igreja necessitamos menos autoritarismo, menos liderança personalista, e mais afeto e bondade para com a congregação.


REFERÊNCIA:

STOOTT, John. Señales de uma iglesia viva. Editorial Certeza Argentina. 147 pg.

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